A mal tiempo...

Hoy me despertaba, y sentía la extraña necesidad/voluntad/deseo de sentarme a escribir algunas palabras destinadas a todas esas personas que guardan un espacio en mi mente…

Son momentos difíciles para todos, y cada uno le toca vivirlos bajo sus propias circunstancias, en ocasiones más sencillas, en otras, más complicadas. 

Mi intención con estas palabras es transmitiros mucho ánimo y paciencia, pero sobre todo, el deseo de poder contemplar la parte positiva de toda esta situación. 

Soy de las que piensan que detrás de todo malo se esconde algo bueno o que aprender, y quizás en esta ocasión, el Universo nos ha puesto en situación forzosa para poder detenernos a estudiar alguna lección… 

Quizás, simplemente es la llegada de algo que todos hemos pedido en algún momento de nuestra vida… ¡tiempo! Es curioso como nos hemos pasado una buena parte de nuestras vidas soñando con poder tener más tiempo libre, y ahora que precisamente es eso lo que se dispone, resulta para muchos, ser una auténtica pesadilla… (en ocasiones resultamos ser pesadamente inconformistas…) 

Habrá quien dirá ¡Si, yo quiero tener tiempo libre pero no estar encerrado! Bueno… siguiendo la pauta de encontrar el aspecto positivo en lo malo, quizás sea un regalo poder invertir ese tiempo en lo que verdaderamente es importante… en cultivarse y cuidarse a uno mismo, en tener tiempo para invertir en nuestra alma… algo, a lo que muy pocas veces le damos lugar… 

Quizás sea precisamente esa una de las lecciones que el Universo nos propone aprender en las actuales circunstancias, el reconectarnos de una vez con nosotros mismos, con el propio Universo, con cada ser vivo que conforma parte de este planeta, porque al fin y al cabo, todos pertenecemos al TODO.

Quizás es la oportunidad de tomar consciencia del poder que otorgamos a nuestro EGO, y cómo en consecuencia de ello, arrasamos todo y a todos los que tenemos a nuestro alrededor, sin importarnos nada más que las propias consecuencias de lo que nos pueden afectar directamente.

En la gran crisis mundial que todos estamos viviendo en este momento, tan solo quiero pensar, creer y desear, que no sean pocos lo que puedan ver esta situación, como una oportunidad para despertar, para comenzar a ver las cosas de otra manera, para poner en orden nuestro sistema de valores, y eso, tan solo será posible de alcanzar, empezando a dedicar tiempo a mirar hacia dentro…

Se me rompe el alma al contemplar muchas noticias, negligencias, decisiones, falta de decisiones, acciones deliberadamente egoístas, informaciones y/o bulos que tan sólo tienen como fin el controlar y expandir el miedo y pánico… y solo puedo desear no quedar atrapados en ese bucle que tan solo despierta rabia, ira, impotencia, frustración y dolor… 

Quizás es momento de pararnos y reflexionar cómo nos está afectando todo lo que está ocurriendo, y así poder redirigir nuestra energía hacia pensamientos y acciones más positivas y productivas… quizás es momento de valorar en qué estamos invirtiendo nuestro tiempo… quizás es momento de tomar acciones que nos ayuden a reubicarnos… 

Con estas palabras, mi intención para nada es banalizar la situación o restarle importancia a los duros momentos que se están viviendo, más bien, representa el deseo de poder aportar un rayito de luz entre tantas nubes grises...

Siempre intento decirme a mí misma, que quizás no pueda cambiar las circunstancias, pero si soy dueña de cambiar mi punto de vista…
De todo se sale… todo tiene su fin… que resultado seremos, únicamente dependerá de cada uno de nosotros…

Desde la distancia, os envío mucho ánimo y fuerza. 
Un abrazo enorme.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Crónicas de un año para el renacimiento...

La oveja descarriada...

¡Que viva la mierda!