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Crónicas de un año para el renacimiento...

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  Sentada frente a una pantalla en blanco donde desbocar palabras para resumir un año 2021 “peculiar”, siento como se va formando un nudo en mi estómago y garganta, acompañándoles unos ojos humedecidos que luchan por contenerse… Quizás éste debería ser el mejor resumen para simbolizar lo que ha sido este año para mí… Ya se avecinaban fuertes curvas en los últimos meses del año anterior. Predecían un intenso “2021”, y aún así, fue imposible evitar el descarrilamiento… Ha sido un año lleno de muchas emociones… emociones de todo tipo… de impotencia, de rabia, de dolor, de incertidumbre, de muchas lágrimas, de vacío… pero también de sonrisas, de sorpresas, descubrimientos… pero ante todo, de mucho aprendizaje. Ya había empezado el año intentando desahogar con un texto que hablaba sobre la “mierda” esparcida tras romperse el recipiente dónde la llevas conteniendo durante toda la vida, pero quién iba a decir que eso solo era el principio de todo lo que se avecinaba… Aún así, me siento afortu

¡Que viva la mierda!

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Puedo imaginar que más de uno al leer únicamente el título del post, puede llegar a pensar “a esta chica se le fue la cabeza”..., y oye… no le voy a llevar la contraria. Todos tenemos momentos de cordura y momentos de locura ¿no? En los últimos meses, por circunstancias y caprichos del destino, me ha tocado revolverme “bastante” en ella, y obviamente ¿a que humano le gusta revolcarse en la mierda? A nadie ¿no? (vamos a no nombrar excepciones, que también existen los que son más locos que cuerdos, jeje) .  Pero a veces, es inevitable toparse con ella… A veces puedes ir tan tranquilamente paseando por la vida, y de repente pisar la mierda que “otro” ha dejado esparcida en el camino por el cual inevitablemente te tocaba pasar. Podemos verlo como un “pequeño” conflicto momentáneo, el cual puede tener tal fácil solución como limpiar tu zapato en suelo limpio y firme, o podría terminar en una guerra de titanes entre el “¿Por qué dejaste la mierda ahí en medio?” y el “La culpa es tuya por no

Vivir...

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Una parte esencial de mi evolución en los últimos años, se podría resumir, o más bien destacar, en la importancia de vivir el “aquí y ahora”, palabras que te traen al momento presente cuando invaden tu mente, pero que en ocasiones y circunstancias, se evaden dejando paso a otro tipo de pensamientos menos deseables.  Ojalá fuera tan sencillo de mantenerlas vivas tal y como presionar un botón de encendido/apagado, pero por suerte o desgracia, es más bien algo que debemos mantener consecuente en todo momento, si no queremos olvidarnos de lo importante que es “vivir”.  Curiosamente tenemos la tendencia de olvidarnos de ello… de vivir me refiero, pasando más bien a la tendencia de “sobrevivir”, pero no voy a entrar en detalles de porqué ni qué consecuencias trae esto último… Hoy especialmente, estoy más sensible y dispuesta a valorar y dar la tremenda importancia de no olvidarnos de vivir…  Pero… ¿qué significa realmente vivir? Si buscáramos un significado o respuesta en enciclopedias o en

A mal tiempo...

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Hoy me despertaba, y sentía la extraña necesidad/voluntad/deseo de sentarme a escribir algunas palabras destinadas a todas esas personas que guardan un espacio en mi mente… Son momentos difíciles para todos, y cada uno le toca vivirlos bajo sus propias circunstancias, en ocasiones más sencillas, en otras, más complicadas.  Mi intención con estas palabras es transmitiros mucho ánimo y paciencia, pero sobre todo, el deseo de poder contemplar la parte positiva de toda esta situación.  Soy de las que piensan que detrás de todo malo se esconde algo bueno o que aprender, y quizás en esta ocasión, el Universo nos ha puesto en situación forzosa para poder detenernos a estudiar alguna lección…  Quizás, simplemente es la llegada de algo que todos hemos pedido en algún momento de nuestra vida… ¡tiempo! Es curioso como nos hemos pasado una buena parte de nuestras vidas soñando con poder tener más tiempo libre, y ahora que precisamente es eso lo que se dispone, resulta para muchos, ser

Aprendiendo a desaprender...

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A lo largo de toda vida humana, existen ciertos instantes en los que toca enfrentarnos a un sinfín de pensamientos y cuestiones existenciales, podríamos bautizarlas como crisis personales por llamarlas de alguna manera, aunque en la mayoría de los casos, lo más sencillo resulte hacer “oídos sordos” a lo que quizás sea una llamada urgente a establecer “un antes y después”… un punto clave para hacer grandes cambios… el momento de reescribir el rumbo de nuestra historia… En el instante que uno toma conciencia de ello, lo más probable que suceda es que nuestro sistema de valores y creencias se resquebraje, haciéndonos entender que ha quedado obsoleto, que ya no nos sirve creer y actuar como lo veníamos haciendo hasta ahora. En consecuencia se genera la necesidad de establecer cambios en nuestros pensamientos y acciones que nos conduzcan por un camino diferente, y ello requiere en ocasiones, aprender a desaprender ciertos patrones y conductas, ya que de lo contrario, nuestra mente e

La oveja descarriada...

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En ocasiones, resulta bastante complejo deshacerse de ciertos patrones establecidos en nuestra mente desde la infancia. Desde que somos pequeños, la sociedad nos inculca que la vida ideal consiste en completar una serie de fases bien estipuladas;  En primer lugar y desde que somos pequeños, los adultos, esas personas que a nuestra corta edad deberían ser nuestros referentes y que se hallan en nuestro entorno más cercano, principalmente nuestros padres y/o familiares más allegados, nos encomiendan la primera decisión importante en nuestra vida, la cual inexcusablemente, será la clave de tu éxito. ¡Debes elegir unos buenos estudios para elaborar un futuro perfecto!... ¡Vaya presión! ¿Y si elijo mal? ¿Significa que voy a tener una vida de mierda? ¿Y cual es la decisión correcta? ¿Vale elegir profesiones con las que he fantaseado en el algún momento porque su uniforme era chuli? ¿Cómo diantres voy a saber lo que debo elegir?...  La segunda fase, y siempre que hayas tenido la enor